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miércoles, 20 de marzo de 2013

Sagasta Vinos

C/ Sagasta, 2
Metro: Bilbao (Líneas 1 y 4)
Botellín o caña: 1,80€ (Amstel)
Tapas: Aceitunas acompañando a una rebanadita de cabrales, sobrasada, queso, chorizo o salchichón  
Especialidades: Creo que nada 




Con este texto, Tabernomaquia quiere inaugurar la sección: "¡Te sableamos pero cómo molamos!". Se trata de delatar, apellidar y ajusticiar a esos sitios donde no hay razón alguna para volver a tomarse ni un vaso de agua. Como es habitual empiezo contradiciéndome porque el primer reo va a ser un bar al que he vuelto por segunda o tercera vez. Lo importante no es que hayas estado antes o no, sino que la última visita haya marcado un punto de inflexión para tomar la lúcida decisión de no pisar más por allí. Es obvio que es un análisis puramente subjetivo, así que, si a ti lector, los sitios mencionados te parecen cojonudos, puedes ahorrarte el alegato de defensa. Y si os dejáis afectar por nuestro veto es cosa vuestra.

Sagasta Vinos es una tasca senil situada junto a la glorieta de Bilbao que seguramente has visitado o, al menos, has pasado por delante. Anclada entre una óptica marciana y una agencia de Halcón Viajes llama la atención enseguida por su fachada de madera color bermellón que, en lo alto, anuncia solamente: "Vinos". Algo así siempre promete. La esperanza de encontrarse ante un abrevadero de los de antaño obliga a hacer parada. En honor a la verdad el sitio es un museo y como tal te cobran. Ni las fotos del Madrid antiguo, ni la acumulación de reliquias cutres y latas de conservas con el cartón demacrado, ni la solera (con la que gran parte de tascas centenarias justifican el cobro de un impuesto revolucionario a sus clientes) dan derecho al expolio. Si me cobras una caña a 1,80€ quiero que saques un puto plato abundante (aunque sea una mierda) o de calidad (aunque sea escaso)... mejor ésto último. Pero no cuatro aceitunas acompañando a un canapé con cabrales, sobrasada, chorizo, queso o salchichón... con el pan de ayer y lo demás de antes de antes de ayer. La lista de precios, extremadamente artera, comprende los precios de caña+tapa, vino+tapa y yo creo que incluso de vaso de agua+tapa.

 Es el sistema utilizado en Granada y Almería: te incluyo la tapa en el precio y así justifico el incremento de la consumición en un 60%. Si como en Granada, la tapa es un barreño de magra con tomate o un plato alpujarreño (dos huevos fritos, papas con pimientos verdes, chorizo, morcilla e incluso jamón) el asunto es fetem; si, como en Almería, la tapa es una cazuelita con dos gambas al ajillo, me parece un timo. La técnica del Vinos Sagasta es la almeriense perfeccionada: precios de terraza y un piscolabis anodino y rancio. También puedes pedir una banderilla del tamaño del prepucio de un niño de cinco años por 0,50€. Echando cuentas in situ, al ver el recipiente de las mismas, amortizan la garrafa con vender seis o siete. 
Respecto al trato no hay peros, tanto el dueño como su mujer, tienen un trato correcto y cortés. Creo que en el fondo son tan ingenuos que consideran que están regalando lo que dan;  no parece que tengan noción de que a escasos 200 metros te puedes tomar un botellín por un euro recibiendo un aperitivo decente y con igual diligencia a la hora de servir. Pero parece que funciona, el esnobismo no tiene límites y con tal de tomarse unas cañitas en un sitio que parece sacado de una película de Pedro Lazaga, pagarán lo que sea. Desde aquí animo a Alfonso a que ponga las cañas a 3€, su famoso vino con canela a 5€ y de tapa un apretón de manos. 
Fue conmovedor ver a una parejita de periféricos sentados sobre barriles de Amstel y apoyando las cañas sobre una caja de botellines (no hay sillas y mesas para todos). Se daban piquitos... el amor hace bueno cualquier sitio. Al pedir otra ronda les sirvieron palomitas deshilachadas... la cara de desconcierto con la que la chica dijo un irónico "gracias" fue memorable. Pero aun más memorable fue el complacido "de nada" del camarero. Su cara esbozaba la satisfacción del trabajo bien hecho, de agradar a su clientela. Que bonita es la vida cuando no te enteras de nada. O a lo mejor el que no me entero soy yo.


Arnyfront78

1 comentario:

  1. Para la sección de "te sableamos pero...cómo molamos" deberías hacer un blog a parte.

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