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jueves, 7 de marzo de 2013

Mesón Sancho

C/ León, 35
Metro: Antón Martín (línea 1)
Botellín: Cruzcampo 1,10€ y Mahou 1,50€. El grifo es de Cruzcampo glacial y el de vermut es Iris.
Tapa: Pinchos variados acompañados de patatas paja, papas con chorifritos...

Especialidades: Entrecot troceado, cazuela Sancho, buey al plato, huevos con chorizo, criollo con patatas, sardinas a la plancha, huevos con jamón, gambas a la plancha...





Al final de la calle León, en el madrileño barrio de Las Letras, semiesquina con la rumbosa plaza de Antón Martín, se encuentra un pequeño bar (aunque su nomenclatura sea mesón), que puede pasar desapercibido para el transeúnte. 

No llama la atención con neones, carteles de ofertas o paneles de esos que anuncian el plato del día con los que, más de uno que yo me sé, se ha hostiado al  huir sin pagar la cuenta. Parece que el mejor reclamo son las espaldas apretujadas bajo el umbral.
Tras su estrecha entrada te topas con un aforo que viene a ser un remake en bar del antiguo estadio de Sarriá... el ambiente es densito. Es probable que con cuatro o cinco amigos que vayas no quepa nadie más. En la trastienda hay un salón con mesas en el que estarás más desahogado, pero yo soy de trincheras, así que, o no puedo entrar, o me tomo la caña con la cara adherida a la tragaperras. Sin duda alguna ha sido uno de los gratos y escasos descubrimientos de abrevaderos del último año. 

Los botijos oscilan entre 1,10€ y 1,50€ dependiendo de si quieres Cruzcampo o Mahou y vienen acompañados de pinchitos elaborados con esmero. Es de agradecer que se curren la tapa algo más que la mayoría de garitos en los que te arrojan lo que tenga más costra. La solera es buena para los vinos, no para el condumio. No creo que cueste tanto poner un poco de imaginación para ofrecer algo potable a quienes dan de comer al negocio. Si a la gente la tratas bien, volverá. 
La decoración es acogedora, de taberna de toda la vida, sin subrayar la antigüedad, sin audacias reformistas. 

 

Quizá el atractivo esté en el equilibrio, en que no han hecho de dicha antigüedad decrepitud (como ocurre en Casa Paco, Casa Ciriaco y La taberna del Alabardero). 
Nadie quiere tomarse una caña en un nicho.
En el Mesón Sancho no hay muertos, sino vivos y !vivas!... a la uva y la cebada.


Arnyfront78 






1 comentario:

  1. Me encanta este lugar, soy un cliente habitual. Lo que más valoro primero es la calidad pero si no hay un buen trato se me anuda el estómago. El dinero es lo tercero y de precio están muy bien. Si va alguien recomiendo pedir al camarero que cuente algún chiste, es muy bueno!!
    Como siempre le digo al dueño.... no cambies el género!! Es lo mejor como dije, y el trato excelente...

    ya me repito... bueno, un saludo a Tabernomaquia

    www.martinezbarneto.com

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Vuelve la afamada fórmula de alcohoy y literatura como guía chusca del Madrid contemporáneo