Glorieta Puente de Segovia, 1
Metro: Puerta del Ángel (línea 6)
Caña (no hay botellín): 1,50€ (Estrella de Galicia)
Tapas: minitartaleta de queso...
Especialidades:
empanadas (capresse, carne criolla, pollo, cebolla y mozzarella,
roquefort, carne con pasas y aceitunas negras...), tartaletas (manzana,
ricota, membrillo, coco con dulce de leche, queso con frutos rojos,
dulce de leche con nuez, de picos de chocolate con dulce de leche...),
alfajores (chocolate negro, chocolate blanco, almendras, maizena),
pizzas, pasta fresca, pollo en escabeche, quiches, berlinesas de dulce
de leche, milhojas, porciones de tarta...
A finales de los ochenta, el Mesón Quinta de Goya tenía un apañado equipo
de fútbol. Participaba en aquella inefable liguilla de bares del Paseo
de Extremadura entre los que estaban el Chiqui, el Solmar y el
todopoderoso Ávila.
Jugaban los domingos por la mañana sobre la tierra
agreste del campito del barrio Goya. En la ladera del montículo que
servía de palco, los abuelos insultaban a un árbitro tan fofo como
asustado que trataba de establecer reglas mínimas en aquel sin Dios. Delanteros sin gol driblaban a defensas fuera de forma.... el portero
echaba mano a un botellín de Mahou cuando se alejaba el peligro... el
segundo árbitro llevaba un cartel en la espalda que ponía "chupo pollas
en el vestuario"... gitanillos en chanclas y con los mocos haciendo
pompas rulaban con la bici en busca de balones extraviados... el bar
agotaba existencias antes del descanso...
Aquello no era una liga ni era
nada pero yo, un crío que soñaba con las proezas de Futre, Julio Alberto
y el gol de chilena que el polilla Da Silva le hizo al Valencia, era la
Champions league que me podía permitir. Como ocurre con todas las cosas
buenas que la fascinada visión de un niño idealiza, afortunadamente
desaparecen para que no puedan ser juzgadas por el inclemente cínismo
que se adquiere con la edad.
Todos aquellos trofeos de latón engalanaban
las orgullosas repisas de aquel mesón que, en realidad, era una
cafetería con exceso de artrosis y olor a croissant. Una cafetería que
regentaban un padre y su hija y que hace tres o cuatro meses echó el
cierre. La última vez que pasé por allí estuvo a la altura de una digna
despedida. Fui a ver el Milan - Atleti de octavos de la Champions con
mi compadre Julio.
Allí presencié una de esas riñas que si uno no está
presente no se la cree. El dueño de un perro exhortaba a un par de
fumadores a que dejaran de hacerlo dentro del bar. A su vez, dichos
fumadores reprendían al dueño del perro la entrada de animales en un
establecimiento público. Todos exigían la rigurosa aplicación de la ley a
los demás y su inaplicación a ellos mismos. Unbilievable!... nadie ha
podido describirlo mejor que el canciller de hierro: "España es el país
más fuerte del mundo. Los españoles llevan siglos intentando destruirlo y
no lo han conseguido" (Otto von Bismarck).
No
voy a echar tanto de menos la Quinta de Goya como su pacharán, pero
siempre es triste el fin de un bar. Muerta una planta, nace otra y ahora
unas chicas y chicos argentinos han cogido aquello para convertirlo en
una tienda de dulces y salados de su tierra con barra para que te los
puedas comer in situ.
Empanadas, tartaletas, alfajores, pasta y pizzas... parece ser que
todo hecho allí mismo por manos artesanas. Se mantiene la disposición
del antiguo mesón pero libre de filigranas. Barra maciza, tarima
flotante, paredes desnudas y un expositor repleto de manjares que, sin
duda, es el epicentro del bar.
Trato amable, sobrio, sorprendentemente
mesurado para la habitual verborrea argie. Y una terraza a la sombra de
la torre de los militares que mira con el ojo izquierdo al Chacón y con
el derecho al puente de Segovia.
Las
imagenes corresponden a empanadas ( a 1,80€ la unidad) de jamón y
queso, caprese, de carne con pasas y aceitunas negras y una de roquefort
que huele a vestuario de cuartel. No son las de Zabala ni para bien ni
para mal, son distintas.
Y aunque el dulce no es lo mio he de reconocer
que la tartaleta de membrillo está bastante buena. En fin, un lugar
nuevo en nuestros predios con mejor pinta que precios y con viso de
convertirse en un referente para los golosos/as del barrio... que hay
muchos/as.
Arnyfront78
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